V. Aduana

El espaciopuerto estaba totalmente automatizado, Kyle bajó de su nave e introdujo su tarjeta de acceso en la ranura de la cabina aduanera. La brillantes letras aparecieron en la pantalla

Bienvenido a la colonia espiritual Warenk II recuerde que el regimen de silencio absoluto es obligatorio. Responda al siguiente cuestionario de forma breve y concisa. Por razones de seguridad sus sistemas vitales están siendo monitorizados.

El zumbido de algún mecanismo calibrando su posición sonó tras las paredes de la cabina.

1. Indique su nombre y el motivo de su visita

Kyle respiró hondo recordando las lecciones sobre control corporal de la academia. Cuando noto que el latido de su corazón y el ritmo de su respiración eran correctos comenzó a teclear

Jose Cabranegra Inspector de la explotación de Krill 108

La tapadera de los droid era buena. Wraken II, aparte de la meseta, era un inmenso campo de krill arrojiano salpicado de granjas factoría donde los escasos habitantes de Wraken trabajaban.  Los monjes hacía tiempo que habían comenzado arrendar la explotación de las granjas a empresas extraplanetarias y los droid se habían hecho con unas concesiones. Así Kyle llegaba a wraken haciendose pasar por un inspector que en una de las visitas rutinarias venía a supervisar la explotación.

2. Duración de su estancia

Kyle estaría el tiempo justo para completar el encargo de los droid solamente el viaje hasta la meseta le llevaría gran parte del tiempo, eso si conseguía contactar con el agente droid de la factoría sin que los monjes descubriesen su plan.

Dos semanas

La pantalla cambió de color para mostrar un rojo intenso

Por razones de seguridad se le realizará una pequeña prueba no invasiva. Relajese y no se mueva.

Llegaba el momento crítico. Los wraken eran celosos de su intimidad, algunos aseguraban que unos paranoides diagnosticados, y por eso todo aquel que entraba en Wraken debía pasar por un ECP, escaner cerebral de profundidad. El entrenamiento podía engañar a los sensores de constantes vitales pero no se podía ocultar nada a un ECP.

Pero los droids tambien habían pensado en eso. Le dijerón que habían desarrollado unos nano robots que le permitirían saltarse el ECP.

- No le dolerá, ni siquiera se dara cuenta mientras ellos trabajan. Esculpiran sutilmente algunas parte de su cerebro para falsear las ondas cerebrales necesarias que el ECP analizará. Y una vez haya superado el examen, se degradarán en el torrente sanguineo y su cuerpo los expulsará. - le había explicado el programa médico con el mismo tono que utilizaría para un niño de 5 años antes de ponerle una vacuna.

No le hacía mucha gracia tener a unos bichos cortando partes de su cerebro pero al fin y al cabo no era la primera vez que ejercía de conejillo de indias, durante sus tres años de servicio los medicos de la flota probaban una  nueva drogra con ellos  practicamente cada semana.

Una punzada en la frente le saco de su ensimismamiento. Parece que los nanobichos comenzaban atrabajar y su labor no era tan indolora como habían prometido. Se esforzó por que su rostro no le delatase. Apreto la sonrisa e intento evadirse y alejarse del dolor. Le resulto asombrosamente facil, un parpadeo y de repente el dolor había cesado, pero a cambio ahora mismo flotaba varios metros sobre su cuerpo.

Kyle intento alargar sus brazos, agarrarse a ese cuerpo que hasta hace un segundo le pertenecía y que ahora mismo, con autonomia propia,  se despedía de la maquina con una sonrisa.

Estaba rabioso, desesperado y se sentía como un estupido por haber aceptado el trabajo de los droids. Quiso gritar y maldecir a esos desgraciados, y al bastardo de su jefe y todas las facturas sobre la mesa que le habían llevado hasta allí.  Quiso gritarlo... pero su boca, junto con el resto de su cuerpo hacía un rato que se habían ido de la habitación.

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